Esta noche he soñado contigo.
No era un sueño bonito, sino
todo lo contrario.
La impotencia andaba junto a mí
por las calles de Cartagena, mi Cartagena soñada.
Todo y nada tenía sentido
anoche.
Estaba con tres amigas más en el
edificio viejo y semi destruido donde vivía mi abuela, ¿Por qué? Pues será porque todo
termina, todo se derrumba y nosotros empezamos a hacerlo demasiado pronto. Y ya
solo quedan vigas esperando ser arregladas o destruidas.
Habían grandes escalones y muy
poca luz, yo me aferraba a la mano de Marta, ¡que haría sin ella! Y tras mil
tropezones conseguíamos salir a la calle.
Ahí había cuatro bancos formando
un cuadro perfecto, y el sueño se volvía borroso.
Al mirarlas, kora, marta y maría,
no tenían cara. Y ahí yo ya temblaba.
Todo el sueño sin caras, y aún
así yo sabía que eran ellas.
María desapareció en cuanto le
dio la luz, deambulaba por las calles, apareciendo por las esquinas y nunca conseguía
llegar a donde estábamos.
Marta en el banco de mi
izquierda me gritaba que así no se hacía, que estaba cogiéndolo al revés, ¡dale
la vuelta! decía, ¡está todo mal!
¿Por qué no estaba a mi lado? ¿Qué
hacía sola en ese banco que no paraba de alejarse cada vez que no miraba?
Kora y yo nos intentábamos echar
una foto. Una foto que no salía, ella siempre salía borrosa y yo quería decirle
que se estuviera quieta, que dejara de irse…
Y tú estabas en el banco de
enfrente, mirándonos sin decirme nada. Les contestabas y yo quería preguntarte
tantas cosas que no sabía por dónde empezar… y cuando por fin supe que decirte
no me salía la voz. ¡Verano! Eso es lo que iba a decirte, alomejor recordándote
que sigues siendo mi puto verano volvías a mis brazos.
Pero, sorpresa, yo no tenía voz,
no podía decirle a marta que la necesitaba a mi lado, a kora que dejara de
irse, a maria que viniera de una vez y a ti…y a ti que no te fueras nunca más.
Tantas y tantas cosas ahogadas por las lágrimas que me caían por la cara al no
poder decir nada… tanta impotencia acumulada, como ahora que te escribo esto
sabiendo que no lo leerás.
Estaba todo borroso, todo avanzaba
a cámara lenta. Cómo ahora.
El peor despertar desde hace
bastantes años, creo que me estoy volviendo loca.
1 comentario:
Las putas verdades que dicen a veces los sueños madre... y lo fácil que se convierten en pesadillas. Pero que sepas que María ya ha llegado. Te quiero mucho chiqui <3
Publicar un comentario