martes, 12 de julio de 2011

“¿Seguro que esto para ti no supondrá estar mal luego?”

Vale, estamos aquí. Un frente al otro, hazte a la idea.
-Eres importante... ¿Te acuerdas cuando éramos unos enanos de secundaria? Aunque en ocasiones tú sigas siendo un enano, cariño, saliste de tu clase a coger una silla, es más, estabas en clase de religión, estudio en tu caso. Tú saliste, y me viste. Yo te vi y fui hacia a ti sonriendo como una idiota, y pasaste de mi, ¿te acuerdas? En ese momento decidí no hacerte caso, no llorar, no estar mal, no mirarte, no pensarte… Ni te acordaras, te sonará a chino… o menos aún. Pero yo tengo esa imagen en la cabeza demasiado tiempo. Te hice caso, te lloré, estuve mal, te miré y sobre todo te pensé. Nunca cumplo mis decisiones. Al principio quise que te pillaras por mí como yo lo estaba por ti, luego te maldije esperando que pasaras lo mismo. Después vino la indiferencia, me importabas, pero ni te miraba, esta vez de verdad. Dejaste de existir, hasta el punto de no recordarte, eras un tema tabú. Una niña de… 14 años enamorada, ojala me lo hubieran explicado antes. Pero ahora mira, somos amigos, ¡quién nos lo diría! Pero sigues siendo importante, muy importante. En ocasiones demasiado. Y luego vino ese cumpleaños, ese pasillo, esa fiesta...Siempre volvemos al mismo punto de retorno, ¿eh?

¿Te haces una idea ya?   Reeeeeeey.

No hay comentarios: