Llamémosle como queramos, pero
llamémosle.
Una vez más (como siempre) sentada
frente a la pantalla intentando desliar mis pensamientos.
Difíciles de entender, y a la
vez gritando.
Que yo lo que quiero es silenciarlas,
cerrar los ojos y oír los coches pasar desde mi cama.
Aquí, (como siempre), sonriendo y llorando
por dentro.
Mezcla extraña con demasiado sentido.
Explicaciones.
Me seco las lágrimas sin sentir esa
presión constante en el pecho.
Ha cambiado todo.
Cambio de chip, nuevas metas, ver las
cosas con otros ojos…
Llamémosle como queramos, pero no me
olvides.
Y esto, mi vida, continúa.
Pero sin ti, y lo acepto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario