lunes, 4 de noviembre de 2013

No quiero un final feliz

Llamémosle como queramos, pero llamémosle.
Una vez más (como siempre) sentada frente a la pantalla intentando desliar mis pensamientos.
Difíciles de entender, y a la vez gritando.
Que yo lo que quiero es silenciarlas, cerrar los ojos y oír los coches pasar desde mi cama.
Aquí, (como siempre), sonriendo y llorando por dentro.
Mezcla extraña con demasiado sentido.
Explicaciones.
Me seco las lágrimas sin sentir esa presión constante en el pecho.
Ha cambiado todo.
Cambio de chip, nuevas metas, ver las cosas con otros ojos…
Llamémosle como queramos, pero no me olvides.
Y esto, mi vida, continúa.

Pero sin ti, y lo acepto.



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