miércoles, 9 de octubre de 2013

Que ya no sabes si debes contar o descontar los días.

Personalidad adictiva, no dejes que nade te cambie, de ellas eres la diferente, me gusta.

Palabras que sobra en mi cabeza.
Sigo esperando(te) y escuece entre las costillas,
suena típico, pero cojo mis ganas del suelo y me faltan fuerzas para sonreír como si nada.
-No llores.-
Me dicen “tú lo que necesitas es desahogarte, llorar, hablar de ti, saltar y gritar”
¿Cómo hablar de mí, sin hablar de ti?
Este extraño otoño lleno de recuerdos. ¿Qué va a ser de este invierno sin playa?
-Me olvidas.-
El frío en mis huesos,
y mis besos en otras esquinas.
-Necesito de tu locura.-
Demasiado orden en este caos.
Deshaz mis planes.

-¿Dónde estoy?-
No me encuentro en los espejos ni fotografías.

Ya no sonrío sola por la calle.
Y me dan miedo ciertas calles.

Llorando me prometiste no irte.
-La cama mentía.-
Que mi ciudad favorita se volviera contra mí abrazándote. (Sin ser yo)
-Me quedo sin palabras y tú sigues sin volver.-

Cántame, sin que lo sepa.


Las tortugas no deberían amar. 

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