Éramos un infinito nadando entre los
mares de la vida.
Les echábamos carreras a los peces como si de juegos tratase. Y qué
bien se nos daba eso de parecer delfines en nuestra cama.
Y de pronto la corriente nos llevó, como cuando estás en la playa
y viene la ola más grande que jamás has visto... esta no pudimos saltarla, ni
esquivarla. Y no nos dio tiempo a sumergirnos entre las sábanas, ni siquiera entre los huecos de nuestro sofá.
Nos ahogamos. Como las velas se apagan, las puertas se cierra, las
bombillas se funden.
Y entonces, yo te eché de menos.
Los "siempre" fueron "nunca más"
Y los "te quiero" se convirtieron en pequeños arañazos
por todo el cuerpo.
¿Cómo quieres que me recupere? Si mi corazón aun está calado de
tus besos.
Y así vamos, tú siendo el aire de mis pulmones y yo el borrón
que se queda tras mal borrar nuestra historia a lápiz.
Y a pie de esquina, en pequeñito
quedan mis ganas de abrazarte y mis triste despedida.
“Aquí estaré hasta que ya no quede
nada.”
1 comentario:
Borracha de tu blog me he vuelto, y me encantan tus imagenes y tu manera de expresarte, te sigo :) te dejo mi blog por si te quieres pasar http://flashbacks13.blogspot.com.es/
Publicar un comentario