martes, 5 de marzo de 2013

Agridulce para las heridas.

                        Recuerda:
Un día contigo, pero sin ti.
Una mañana creyéndonos héroes de las calles.
Mi príncipe de barrio y princesa de los bares.
Te fuiste y yo haciéndome la dormida esperaba, una vez más pero esta vez de forma real, el ruido de la puerta al cerrar.
Ya en pie, tú no estas (que raro) ¡manos a la obra!
Coleccionando recuerdos, derrochando sentimientos.
Foto aquí, foto allá. Inundando la habitación con los momentos que hemos creado.
Me acuesto una vez más con tu ausencia abrazándome la espalda.
Y cuando llegas, yo ya no estoy.
¿Has mirado la pared? Están estrellados todos nuestros recuerdos, sentimientos y mis lágrimas.
Te quise, te quiero y te querré.





Hasta las noches de verano son frías sin tu presencia.

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