Yo solía escribir y solía salirme bastante bien eso de soltar todo lo que pensaba, veía o sentía sin necesidad de darle muchas vueltas a las palabras. Vale que no creo que me pudiera ganar la vida con ello, pero es un modo de desahogarme sin tener que darle el follón a los de alrededor…siempre intentando no darle ni pena ni el por culo a los demás, y perdón por mi vocabulario.
Hoy es de esos días en los que estas apagada y, sinceramente, no sé el porqué.
Soy feliz, tengo a mis amigas y a mi novio. Con la familia mejor que nunca y de los estudios, aunque agobiantes por tanto exámenes, no me puedo quejar.
Pero eso, que estoy apagada.
Lo peor de pensar es cuando no puedes controlar una vez que te lanzas al vacío de la imaginación y te lías entre pensamiento y pensamiento. Cosa que suele pasarme a menudo… Esta tarde viniendo de clase me he sumergido entre recuerdos, miedos e imaginación. Recuerdos cómo que si algún día pasara algo tú desaparecerías.
Miedos cómo el perderte y no volverte a ver. El no querer que ocurra y bloquearme por ello. Y mil cosas más que rondan mi cabeza, como en la imaginación. Que te ronden tantas cosas por la cabeza con un exceso de imaginación no es buena combinación muchas de las veces que ocurre.
Sé que he dicho que se me daba bien escribir, pero estoy tan bloqueada y tan asustada…
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